Abg. Rossana Lozada M.
C.I.Nº 11.104.887
EL EMPLEADO PUBLICO EN VENEZUELA
El Diccionario jurídico de Mabel Goldsteim, nos
enuncia una definición del Empleado Público: como aquella persona destinada por
el gobierno para el servicio público y pagado por ésta. Persona que participa
accidental o permanentemente del ejercicio de funciones públicas, sea por
elección popular o por nombramiento de autoridad competente.
“Y para
el Derecho
administrativo, el empleado público
es aquel trabajador por cuenta ajena cuyo empleador es el Estado,
incluyendo la Administración
Pública y los entes regulados
por Derecho
público.
Además, el empleado publico debe contar
con los principios constitucionales
de igualdad, mérito y capacidad.”
Y partiendo de todas estas
definiciones, señalaríamos que el
empleado público se debe a su empleador que no es otro que el Estado
Venezolano, por lo tanto, tiene que cumplir a cabalidad con sus funciones de
atender los requerimientos que le hace la sociedad en las diferentes
Instituciones creadas por este Estado. Además debe cumplir con un principio
constitucional como es el “mérito”. Sin embargo, la actuación de los
empleados adscritos a la Administración Pública Nacional, ha venido en
decadencia en nuestra República Bolivariana de Venezuela. En la Década de
los 70 y 80, era un privilegio optar por un cargo público, especialmente por la
llamada meritocracia que existía en casi todos los organismos del
Estado. Especialmente en los llamados cargos de libre nombramiento
y remoción o de “confianza”, la situación se ha deteriorado al máximo. Este
tipo de empleado o funcionario público se ha caracterizado por entrar en una
institución pública bajo el compadrazgo o amiguismo con los funcionarios que
ostentan los cargos de Presidentes o miembros de la Junta Directiva de las
Instituciones o que forman parte de las diferentes Direcciones de los
Ministerios, o Entidades del Poder Central.
Aquellos funcionarios que han hecho
carrera en la Dependencias Públicas y llegan a desempeñar un cargo de
“confianza”, por su trayectoria y excelente experiencia en los cargos
desempeñados a lo largo de su carrera profesional, son removidos por otros
empleados que en su gran mayoría vienen sin experiencia en el área, pero
ingresan al Organismo con el aval del Directivo de turno. Lo que realmente hoy
en día esta característica ha tomado una gran particularidad en nuestro país,
ya que esto nos conlleva lamentablemente a sufrir ciertos atrasos en proyectos
o metas establecidas en nuestras organizaciones, lo que para uno es muy
importante, para otros no tienen ningún sentido.
Las Instituciones Públicas deben estar dotadas de
empleados públicos profesionales, eficientes, comprometidos, con la
institución, donde todos salvaguarden su ética profesional y sean capaces de suministrar todas las herramientas
necesarias que influyan en el rumbo a la
excelencia.
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