jueves, 18 de julio de 2013

Ética:



Abog. Luis R.Cáceres C.
C.I.Nº V-21.482.303

Ética:
Se da en la mentalidad de algunas personas; es un conjunto de normas, principios y razones que los sujetos han realizado y establecido como una directriz de su propia conducta.
La ética es la “ciencia” de la moral; y la moral son las reglas de la vida en sociedad y la conducta de los hombres, especialmente sus deberes entre sí y hacia la comunidad. Llamaremos, pues, moral al conjunto de fenómenos objetivos de la vida social y espiritual de los hombres, y ética a la teoría filosófica de tales fenómenos.
La ética revolucionaria es una práctica humanista de los sujetos políticos que están comprometidos en la teoría y la acción con la justicia social, con el cambio de la sociedad capitalista, con el socialismo.
Entonces debemos entender, que como toda actividad humana los conceptos de ética y moral, siempre van a estar en constante revisión y  contradicción, producto de lo sensible que son estas definiciones; pero más resaltante que entrar en dicha diatriba es interesante buscar en ella las raíces profunda de la ética en tanto y en cuanto al ser revolucionario y su relación con tales conceptualizaciones.
Y en el mismo orden de ideas es que debemos entender que aquellos servidores públicos que abracen las ideas revolucionarias por antonomasia deberían buscar la realización de su ser a través de la ética revolucionaria, ya que no puede existir la dicotonomía existencial, de ser seguidor de los altos ideales del Che Guevara por ejemplo y sucumbir en las redes de la corrupción o en las prebendas de un cargo por mas altos que este sea o por mas beneficios que a su entorno genere dicho cargo. Entonces debemos entender que ser revolucionario y ser un excelente servidor público debería ser una relación univoca, que el humanismo, la transparencia, la excelencia y el compromiso con los nuevos paradigmas en cuanto a la gestión de gobierno, que dicho ciudadano debe dejar como ejemplo en su gestión.
El aumento de la población que se produjo en los últimas décadas ha transformado el perfil de las poblaciones lo que trae como consecuencia la multiplicación de las urgencias sociales, ya que al no resolverse en su debido momento se exponencian las deficiencias.
Esto conlleva una suerte de cambio de visión de los servidores publicos, para en algún sentido dar repuesta con nuevas políticas públicas, para adecuarlas a la nueva realidad social, para dar un cambio significativo en el entorno de influencia.

Dice Aristóteles “Quien no sea capaz de vivir en sociedad porque crea bastarse por sí solo o porque no necesita de ella tiene que ser animal o un Dios”.

Porque el funcionario público debe condicionar su actitud frente al trabajo a los códigos de ética,  sólo la ética permite a nuestros servidores a tener una conducta que este al servicios de los mas altos niveles de servicio a nuestra patria y el Estado debe incorporar actividades dentro de las diferentes esferas de gobierno para la educación en esta área.

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